de Litvinova, Natalia
editado por audisea
¿Qué dosis de extranjería podemos recibir? Si leemos desde acá, Siguiente vitalidad nombra extrañas palabras: Gómel, Chernóbil, Prípiat. Palabras lejanas, que dichas por Natalia, se arriman sin tocarnos. Hay una ofrenda en la poesía de Litvinova y hay, a la vez, una distancia infranqueable. Hay una promesa y una retraída. Lo vemos en sus paisajes, la autora escribe: “O mejor el bosque, donde hay flores, hongos/ radiación y casi no hay recuerdos.” Este ofrecimiento idílico, se interrumpe de improviso por la historia de un país ―hoy en día― desaparecido. Bielorrusia rompe la lírica del poema, trae la extranjería que pedimos, sí, pero contada dulce, dulcemente.